Desde el Ministerio de Educación presentaron los primeros resultados del operativo de evaluación Aprender realizado el año pasado. Durante el 2022 las pruebas se llevaron adelante tanto en primaria como en secundaria. Los resultados compartidos corresponden a los desempeños de chicos y chicas de sexto grado del nivel primario.

Los datos muestran el retorno a niveles previos a la pandemia en las dos áreas evaluadas: Lengua y Matemática.  Los resultados de Aprender 2022 son similares a la prueba Aprender de 2018. En un período de tiempo acotado los valores de las pruebas muestran crecimientos significativos en todos los niveles socioeconómicos (NSE), pero en especial en los más bajos  lo que expresa el direccionamiento de la inversión realizada. En definitiva los resultados siguen marcando la necesidad de revisar las definiciones curriculares y  las condiciones para dar clases para poder alcanzar mejores desempeños por parte de los estudiantes Una señal que obliga a convocar a un acuerdo para mejorar la educación.

¿Qué nos dicen estos números? Permiten, por ejemplo, derribar el mito que circula de tanto en tanto en algunas encuestas de opinión en el que se comenta que “en las escuelas no se aprende nada”. Es que si tomamos los rendimientos del 2021, en comparación con el 2022, queda demostrado que el retorno a la escolaridad marcó una mejora en las capacidades desarrolladas por los estudiantes en ambas áreas.

Los resultados de este año registran el retorno a niveles previos a la pandemia, lo cual es una noticia digna de destacar. Pero si nos quedáramos solamente con eso, veríamos una foto y no la película completa. Es decir que en los últimos años, independiente del signo político que esté en el gobierno, el sistema educativo no presentó mejoras y  una parte importante de las y los chicos terminan su educación obligatoria con grandes dificultades para usar la lógica matemática y comprender textos. 

Es por ello que desde el Observatorio Hacer Educación remarcamos la necesidad de revisar las definiciones curriculares y las condiciones para dar clases, con el objetivo de alcanzar mejores desempeños por parte de los estudiantes. 

Entendemos a la política educativa como un tema urgente pero que se mide a largo plazo. Y esa condición nos obliga a ser audaces y concebir transformaciones estructurales que permitan un futuro distinto en el que una educación de calidad vuelva a ser el vehículo de la inclusión social y del tan ansiado desarrollo.